Realismo Mágico

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Género literario propio de la novela Cien años de soledad, considerado como creación de Gabriel Garcia Márquez, entre otros autores del boom latinoamericano.

El realismo mágico, es absolutamente latinoamericano y presenta una forma particular de percibir y expresar estéticamente la realidad, en la cual incorpora frente a los acontecimientos y percepciones objetivas, las múltiples esferas de la imaginación. Busca un equilibrio entre lo maravilloso y lo mágico, conviviendo con lo cotidiano. Este género literario se caracteriza principalmente por la utilización de imágenes sensoriales, para dar cuenta de la realidad; dar descripciones surrealistas; la consideración de tiempo como cíclico y no como lineal, esto se refiere a las distorsiones temporales: prolepsis y analepsis. También el empleo del mito y a historia cultural del continente para lograr un estilo autóctono; la aceptación de lo insólito como algo cotidiano y normal; la ausencia de juicio de valor sobre lo personajes por parte del escritor; la preocupación del autor por los problemas sociales, culturales y políticos; y la función de pares opuestos como la magia y religión, fantasía y realidad, autóctono y extranjero, individual y colectivo, entre otros.

Todas estas características pueden ser apreciadas claramente en la novela:

   El dialogo entre los vivos y los muertos, como entre José Arcadio Buendía y Prudencio Aguilar: "Pero en realidad, la única persona con la que él podía tener contacto desde hacía mucho tiempo era Prudencio Aguilar....Prudencio iba dos veces al día a conversar con él.....era Prudencio Aguilar quien lo limpiaba, le daba de comer y le llevaba noticias....".

  Cuando Remedios, la bella, se eleva al cielo con una sabana: "Fernanda sintió que un delicado viento de luz le arrancó las sábanas de las manos y las desplegó en toda su amplitud. Amaranta sintió un temblor misterioso en los encajes de sus pollerines y trató de agarrarse de la sábana para no caer, en el instante en que Remedios, la bella, empezaba a elevarse.

  La lluvia de flores: "Poco después cuando el carpintero tomaba las medidas para el ataúd, vieron a través de la ventana que estaba cayendo una llovizna de minúsculas flores amarillas". El género tiene su origen en la naturaleza, la historia y el imaginario colectivo latinoamericano, ya que lo maravilloso aparece como parte constitutiva de la realidad cotidiana de estos pueblos.