Técnica literaria usada en el Realismo Mágico y por lo tanto por García Márquez  para darle más importancia o para resaltar una acción, rasgo, cualidad o característica entre otros. Esta se logra exagerándolo de un modo que sea anormal.

Tanto en 100 años de soledad como en toda novela del Realismo  Mágico                                       cada vez que se utiliza esta técnica, se genera una sensación de extrañamiento en el lector ya que la hipérbole le da lugar a lo mágico  dentro de los hechos realistas a los que está acostumbrado este. Por esto es que los escritores exageran o disminuyen algunos aspectos de sus historias para desviar la atención a varias cosas como por ejemplo: una cualidad como la clarividencia de J. Arcadio o la edad de Francisco el Hombre “Meses después volvió Francisco el hombre, un anciano trotamundos de casi 200 años que pasaba con frecuencia por Macondo”; un rasgo físico como la belleza de Remedios o la gordura de “la elefanta”; una acción como la elevación de Remedios y también un hecho como la cola de chancho del último Aureliano, la lluvia de 4 años o la fertilidad de Petra cotes que aquí se muestra “Le bastaba con llevar a Petra Cotes a sus criaderos y a pasearla a caballo por sus tierras, para que todo animal marcado con su hierro sucumbiera a la peste irremediable de la proliferación.”