Realidad total, novela total

 

Análisis de Mario Vargas Llosa sobre la novela Cien años de soledad.

 

Vargas Llosa define la novela Cien años de soledad como una novela total, al describir a esta como

tan completa que compite conla misma realidad real. Ya que esta obra abarca todas las temáticas

de la vida, cada una desarrolladacon determinación y detalles.

Para centralizarse mas en cada una, el autor divide a la novela en dos marcos: lo real objetivo y

lo real imaginario. Dentro de lo real objetivo se distinguen tres esferas, lo individual; lo colectivo; y la familia.

La familia puede ser tomada como el gran recurso de García Márquez, ya que al utilizarla como base en la novela, logra a partir de ella centrarse en ambas esferas, lo individual y lo colectivo. Dentro de lo individual, se encuentra cada personaje en particular, cada historia singular, a partir de las cuales también logramos captar la soledad que porta cada uno de ellos; la suma de posibilidades de grandeza y de miseria, de felicidad y desdicha, de razón y locura que es el hombre. Se ve manifestado en la variedad de tipos humanos que circula por el libro y en todo lo humano.Y por otro lado, en la esfera de lo colectivo se encuentran las diversas relaciones que nos permite analizar a lo largo de la historia, familiares y amorosas. El rol de la familia también permite relacionar la novela directamente con una familia propia de Latinoamérica, ya que muestra características particulares de las mismas como la organización con respecto a la diferencia de géneros: las mujeres se ocupan de las tareas domésticas que impliquen desarrollarse dentro de la casa; en cambio, los hombres son los encargados de las actividades relacionadas al afuera y el relacionarse con nuevas personas. Este esquema de organización también nos permite reconocer el subdesarrollo propio de Latinoamérica. 

Anteriormente nos hemos centrado en el marco de lo real objetivo, ahora, al hablar de lo real imaginario, Vargas Llosa lo divide en cuatro agrupaciones: lo mágico, lo milagroso, lo mítico legendario y lo fantástico. En primer lugar, clasificamos dentro de lo mágico a aquellos hechos extraordinarios provocados por individuos con conocimientos y poderes fuera de lo común, tales como Melquiades y sus extravagantes innovaciones “A Melquiades no le ocurren cosas imaginarias: el las provoca, gracias a sus artes mágicas, a ese poder sobrenatural que le permite regresar de la muerte hacia la vida”. Dentro de lo mágico no solo se encuentran aquellos que la dominan, sino también quienes la padecen, como en el caso de Pilar Ternera, que posee la capacidad de ver el porvenir, aunque es tan confuso que casi nunca logra interpretarlo correctamente. Luego, si nos referimos a lo milagroso, incluimos a una serie de sucesos y personajes que se distinguen de lo mágico porque su naturaleza extraordinaria se asocia a una fe religiosa; se vinculan a lo culto, la simbología o el folclore cristianos. Los hechos relacionados a la iglesia, como la cruz de cenizas; el momento en que Remedios, la bella, se eleva envuelta en sabanas; aquellas relaciones con la muerte, como las interacciones con Prudencio Aguilar. Estos son claros ejemplos de rasgos milagrosos de la novela. En tercer lugar, lo mítico legendario, que representa a tradiciones literarias propia de diversas literaturas, más que a una creencia religiosa. Leyendas que aparecen en incontables dramas, poema y novelas, en Cien años de soledad se reducen a un nombre; como en el caso de “El Judío Errante”. Dentro de esta esfera también los hechos históricos pueden tornarse mítico- legendarios, como ocurre durante las guerras civiles con el Coronel Aureliano Buendía y la leyenda de su ubicuidad. Por último, nos encontramos con lo fantástico, que es todo aquello clasificado como materiales imaginarios que no encajan en ninguna de las formas anteriores, son una pura objetivación de la fantasía, y algunos de ellos parecen ser una discreta exageración de lo real objetivo , hechos que podrían ser considerados solo insólitos. Hay cantidades de ejemplos dentro de la novela, como niños que nacen con cola de cerdo o la lluvia de flores amarillas.